Al gobernador José Rosas Aispuro Torres le tocó gobernar cuesta arriba desde el inicio de su administración, recibió una administración estatal en quiebra, y por si fuera eso poco, es el único mandatario que enfrentará tres Congresos estatales, dos con una mayoría opositora, en la Legislatura LXVII 2016-2018 la tuvo el PRI, y en la LXVIII 2018-2021 la tuvo Morena.
Pero, ¿cuál partido político tendrá la Mayoría en la LXIX Legislatura? Hasta el momento los resultados preliminares indican que el la Coalición “Va por Durango” lleva ventaja con una tendencia irreversible en 11 distritos por el principio de Mayoría Relativa, repartidos según la militancia de sus candidatos así: cinco para el PAN, cinco para el PRI y uno para el PRD; y la Coalición “Juntos haremos historia” lleva ventaja en cuatro distritos, repartidos así: tres Morena y uno el PT.
Para que el partido del gobernador pueda obtener la mayoría absoluta necesitaría tener 13 diputados, por lo tanto al PAN le faltan ocho, pero es imposible que se le asignen ocho diputados de Representación Proporcional. Son precisamente las 10 curules por ese principio las que servirán para la construcción de una mayoría en el Congreso.
La Ley Orgánica del Congreso del Estado contempla como una de las formas de organización la conformación de Coaliciones Parlamentarias, que podrán constituirse entre distintos Grupos Parlamentarios o Fracciones Parlamentarias.
Para conformar la Junta de Gobierno y Coordinación Política necesariamente tendría que contar cualquier Grupo Parlamentario por sí mismo con una mayoría absoluta, es decir, con 13 diputados. Pero ni el PRI ni el PAN lo lograrán, de tal manera que se deberá constituir una Coalición Parlamentaria. Así que es prácticamente un hecho, que entre esos dos partidos se alternarán anualmente la presidencia de dicha Junta.
Por otro lado, como la intención de ir en Coalición Electoral fue primordialmente para echar a Morena y sus aliados de la mayoría del Congreso del Estado, todo parece haber sido cordialidad entre esos tres partidos aliancistas. Sin embargo, no necesariamente la relación dentro de una Coalición Parlamentaria será del todo amistosa, sin duda habrá consensos en algunos temas, y de hecho debe haberlos, es un imperativo por el bien de Durango, por ejemplo el tema del Presupuesto de Egresos para el 2022. Pero no olvidemos que precisamente el próximo año estará en juego la sucesión al Gobierno del Estado.
Los acomodos de cara al proceso electoral del próximo año podrían afectar la conformación de la Coalición Parlamentaria de la LXIX Legislatura. Sea de dos o cinco años la próxima gubernatura, la disputa entre el PAN y el PRI podría ocasionar una ruptura entre ambos y afectar la representación popular.
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