Por Iván Delhumeau

Tesis:

En esta ocasión hay dos. La afirmación de que la consulta popular del pasado 1 de agosto fue todo un éxito, y la otra que afirma exactamente lo contrario.

Antítesis:

Para el INE la consulta popular fue todo un éxito, en cuanto a logística y organización fue así. De acuerdo, la autoridad electoral utilizó la misma estrategia de organización que usa para una jornada electoral, y precisamente lo reciente que estaba la del pasado 6 de junio le permitió convocar a ciudadanos que habían fungido como funcionarios de casilla, y así hacer uso de la misma estrategia de capacitación.

El primer ejercicio de nuestra democracia participativa es verdad que es digno de destacar, además porque el INE lo organizó impecablemente con recursos propios. Por lo que no se valen las calumnias del presidente de la República y de sus personajes allegados en el sentido de que la autoridad electoral boicoteó la consulta al no poner el mismo número de mesas de opinión como casillas en una jornada electoral; al decir que no difundieron suficientemente la consulta; y hasta al culpar al INE por no coordinarse con gobiernos locales para la mayor instalación de mesas.

Todo lo anterior es una gran mentira, Lorenzo Córdova acudió en tiempo y forma con el secretario de Hacienda Arturo Herrera para solicitar una ampliación presupuestal de 1,500 MDP para organizar la consulta tal y como una jornada electoral, la respuesta fue que el gobierno tenía otras prioridades. Finalmente costó 528 MDP sacados de los recursos propios del INE; la difusión duró lo que los diputados establecieron en el artículo 35 la Constitución, quienes prefirieron que la propaganda gubernamental durara más tiempo y la de este ejercicio democrático tan sólo 15 días; y que el presidente de la República diga que el INE debió coordinarse con gobiernos locales lo exhibe como un ignorante de la Carta Magna, pues ahí claramente dice que la única fuente de financiamiento del organismo autónomo es el presupuesto de egresos de la federación.     

Síntesis:

En fin, ya sabemos que lo que caracteriza a la 4T son las mentiras, con las que pretende provocar caos en la opinión pública, claramente lo demuestran esas calumnias al INE, pero también, el hecho de que se encargaran de difundir que se iba a enjuiciar a los expresidentes, algo que no planteaba la pregunta. Por cierto, AMLO no fue a emitir su opinión, lo de él es patear el avispero y salir corriendo. Es un agitador social.

Algo que se le fue de las manos al INE, lamentablemente sobre eso no se pudo tener control, fue que varios funcionarios de mesa receptora de opinión (hay videos que lo demuestran) al simpatizar con la 4T, hicieron de las suyas y embarazaron urnas. Se debió a que en la consulta no hubo representantes de partido vigilantes. Mal por los ciudadanos que sacaron el cobre.

Finalmente, por mucho que haya sido el primer ejercicio de nuestra democracia participativa y haya estado muy bien organizado, no lo podemos considerar un éxito. Algo tan irrelevante que aun y si hubiera resultado vinculatorio, no tendría ninguna trascendencia. AMLO está metiendo al país entero en su bajo nivel de raciocinio. Y sigue la absurda revocación de mandato.

Ivan Delhumeau

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