Por Edzna Montes de Oca

La llegada de marzo nos trae algo más que solo aumento de temperaturas, también comienza la temporada de mamey, una de las frutas más deliciosas y exóticas del país. A continuación te revelamos los datos más curiosos y las propiedades que no debes desperdiciar de este fruto tropical.

Un fruto de valor culinario

El mamey (Pouteria Sapota) es una fruta ovalada similar a la papaya en apariencia, sin embargo pertenece a la familia del zapote, por lo que también es conocido como zapote colorado; tiene un característico color azafran el cual se debe a su gran contenido de carotenos, sustancias que tienen un efecto antioxidante que retarda el envejecimiento y evita sufrir enfermedades degenerativas y crónicas.

Otro de sus distintivos es el llamativo hueso que lleva en el centro nombrado pixtle, palabra proveniente del náhuatl pitzli, que significa hueso o semilla. Por su lado, el pixtle también tiene propiedades medicinales y es muy usado en la cocina mexicana. En Puebla, se utiliza para preparar salsa de enchiladas o como ingrediente para los famosos pixtamales. En otros estados como Oaxaca, Tabasco y Guerrero, se trata para hacer las bebidas más espumosas.

El uso culinario del mamey no termina en la semilla pues la pulpa tiene varias aplicaciones en la cocina, además de darle un toque decorativo a los platillos, es muy común encontrar su sabor suave en pay, nieves, gelatinas y smoothies, entre otros postres a los que no necesariamente se añade azúcar, gracias a la dulzura natural del mamey. Por su alto uso en la cocina, la industria cosmética e incluso ganadera, es que el mamey se considera una fruta de uso integral.

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Bondades a la salud

Como habrás visto, el mamey es bastante rico en sabor y utilidades. La jugosa fruta se conforma de un 70% de agua, asimismo tiene altos niveles de vitamina A, esencial para la formación y cuidado de la piel o el cabello. Además contiene potasio, fósforo, calcio y hierro. Consumir esta fruta ayuda a prevenir el daño celular gracias a los antioxidantes, también es un complemento para prevenir padecimientos cardiovasculares.

Desde la época prehispánica, el mamey se utilizaba como alternativa para tratar infecciones en el cuero cabelludo, problemas oculares y digestivos; y el hueso se puede emplear para aliviar dolores de cabeza, y el aceite que se extrae de esta semilla suele usarse para disminuir dolores reumáticos y musculares.

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Orígen y cosecha

El mamey es originario de las partes bajas de América Central, se considera que proviene de las selvas del sur de México, y es un fruto de clima tropical que puede encontrarse de forma silvestre durante todo el año en estados como Veracruz y Chiapas. Aunque para cumplir la demanda nacional se produce en cultivos con una temporada de cosecha más específica y su venta va de marzo a julio. El principal productor es Yucatán, después le siguen Guerrero, Chiapas, Michoacán y Tabasco.

Tip

Independientemente de todas sus formas de consumo, también se le puede degustar comiendo la fruta fresca. Ahora en tiempo de calor la gente suele preparar helado casero, con un proceso sencillo, pero si no quieres complicarte tanto, una solución rápida es hacer un licuado común con leche de tu gusto y la cantidad proporcional de pulpa de mamey; lo vacías en un vaso de vidrio y metes al congelador por unos minutos y podrás disfrutar de un sabor cremoso, dulce y refrescante.

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