Por Iván Delhumeau.
Una vez más el Presidente de la República demuestra no tener asesores, y que quien habla mucho yerra mucho. Hablar de más es su costumbre en cada mañanera y en esta ocasión terminó insultando él mismo de manera grotesca a su esposa.
Con ese encono que tiene contra la comunidad científica, por considerarlos fifís que prefieren despachar en Coyoacán en vez de hacerlo en Iztapalapa, según él exhibió a un usuario de Twitter que se dice científico, calificándolo de vulgar. Y en efecto, lo que decía ese texto era de una bestial vulgaridad, sin embargo no llevaba destinatario, al menos no en lo literal.
Resulta que el Presidente en cadena nacional leyó de una cuenta de Twitter palabras altisonantes, muy ofensivas hacia una mujer y un hombre, no mencionaban a nadie en particular, pero como al inquilino de Palacio Nacional ̶ que tampoco prefiere irse a Iztapalapa ̶ , le encanta ser el ajonjolí de todos los moles, le cayó el saco y se lo puso, y además se lo convidó a su esposa.
Personalidades como la periodista Denise Dresser y hasta el mismo Felipe Calderón han defendido a Beatriz Gutiérrez Müller de tan perverso twitt, pero ¿y a ella por qué habría que defenderla? Ni siquiera se sabe si el supuesto twittero Aldo Aldrete es real, lo más seguro es que sea un Bot, como hay varios en esa y otras redes sociales, perfiles apócrifos que se dedican a atacar a las figuras públicas.
Lo lamentable es que López Obrador puso en la palestra a su amada Beatriz, pero de la peor manera. La inmensa mayoría de los mexicanos no utilizan el Twitter, en cambio sí están al pendiente de la televisión abierta. Y sabemos que la estrategia del tabasqueño es precisamente hacer uso de cámaras y micrófonos desde temprano para que lo que diga se replique todo el día a través de los diferentes noticieros de radio y televisión. En ésta ocasión incluso se reprodujo todo el fin de semana y lo que va de esta. Así, Andrés insulta a Beatriz una y otra vez.
Como siempre AMLO se quiere victimizar, trata de que los investigadores (aunque sea a través de un posible Bot) aparezcan como los villanos de la telenovela que él y el Fiscal General de la República Alejandro Gertz Manero han creado para desprestigiar al CONACYT, uno por no entender que en ese nivel no sólo es válido, sino necesario viajar con viáticos para asistir a congresos internacionales, y el otro por el resentimiento de no haber sido aceptado como miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
Beatriz ni ninguna mujer merecen ser ofendidas con las palabras contenidas en ese twitt, pero su propio esposo al adjudicárselas abre el debate ¿realmente es una pseudoinvestigadora? Si no lo es, entonces debe haber artículos de ella publicados en alguna revista arbitrada, que nos la muestre y se acabarán las sospechas. Pero lo que deja dudas de tráfico de influencias y conflicto de interés es que haya sido nombrada Investigadora Nivel 1 de CONACYT siendo su esposo Presidente de la República.