Por Abraham Rojas
Herman Hesse en el lobo estepario creo una de las lecturas más impactantes y que más suelen recordar quienes ya la han leído. Por un lado, la historia narrada es un alucinante viaje que se adentra en los temores, angustias, desesperanzas, soledad y miedos en los que se ve abocado el hombre contemporáneo. Pero, por otro lado, la habilidad narrativa de Hesse en esta novela llegará a su punto culminante, pues mediante la combinación de las voces narrativas de diversos personajes que comparten puntos de vista nos ofrece diversas dimensiones de un solo personaje, de todos los personajes y de la totalidad de la historia, misma, que intenta vivir al margen de las convenciones sociales.
Esta es sin duda la obra a que más estrechamente ha quedado asociado el nombre de Hesse, junto a Demian. Un libro de Hesse es siempre un acontecimiento, y la reciente aparición de sus Relatos esenciales, ha sido objeto de una calurosa recepción por parte de la crítica contemporánea. Algo de entre lo más singular ya sea de esta actualidad y de épocas más antañas es que esta novela ha sido y es una obra muy leída por los adolescentes, mismos que descubren un modo duro de enfrentarse a la sociedad, a las relaciones sentimentales y a la muerte. Aún así no importa la edad en que se lea este texto siempre te llevará a la reflexión de la vida misma, tanto en lo más sublime de esta, como en lo mas insignificante, en lo trascendental, como en lo doloroso, tanto en lo más absurdo, como en lo más elemental, tanto en su belleza, como en su horridez; todo eso es el lobo estepario.
