Por Belén Barraza
La neurodidáctica es una disciplina que busca optimizar los procesos de enseñanza-aprendizaje, tomado como base a las neurociencias. Estas bases aportan información sobre el funcionamiento cerebral de la enseñanza, por lo que es esencial que los docentes conozcan dicho aporte para innovar su práctica.
Esta disciplina se enriquece tanto de los aportes de la psicología y la pedagogía, que en su conjunto crean ambientes innovadores de aprendizaje.
También engloba aspectos importantes de las neurociencias, la pedagogía y la psicología que brindan a los educadores información útil para una instrucción adecuada en el aula.
De igual manera, hay que tomar en cuenta que un cerebro estimulado trabaja mejor, por lo tanto, es importante que, para la aplicación de la neurodidáctica en el salón de clases, los docentes conozcan y reconozcan cómo desarrollar habilidades y motivar con una amplia variedad de actividades bajo diversos formatos de presentación que resulten ser atractivos para los estudiantes y los hagan los protagonistas de su aprendizaje.
En resumen, conocer el funcionamiento cerebral ayudaría a saber cómo mejorar la práctica educativa y crear ambientes de aprendizaje, teniendo en consideración que el cerebro es el centro de las emociones y un órgano racional que delimita el aprendizaje.
Tomando en cuenta que, con lo mencionado anteriormente, la neurodidáctica ofrece aportes valiosos con la finalidad de enriquecer y optimizar los procesos de enseñanza- aprendizaje.
Rosalin Vega Feria en su tesis de doctorado en educación con el tema:
La neuroeducación en el proceso de aprendizaje. Esta investigación tiene por finalidad de poder comprender mejor a los estudiantes para así ofrecerle una mejor educación. Estudiantes que sean capaces de pensar, solucionar problemas, que les guste investigar y conocer, autodidactas, independientes y reflexivos, que se puedan desarrollar en ambientes en donde se respeten sus estilos de aprendizaje y se estimule su potencial al máximo, es por esto que la neuroeducación es una excelente propuesta que deberían adoptar las escuelas. Nosotros los docentes deberíamos saber cómo funcionan los diferentes procesos del desarrollo cerebral, cuáles son los sistemas naturales de aprendizaje, para que los resultados se vean reflejados en el desarrollo del potencial cerebral, beneficiándose así todos los niños; no olvidemos que nuestro cerebro es un órgano de una gran diversidad, pero diferente en cada persona. (Vega Feria, 2016).
La neurodidáctica debe tener un impacto en la planeación, pues deberá considerar situaciones de aprendizaje que busquen el mayor provecho de nuestro cerebro y que impliquen emociones como: alegría, confianza, sorpresa, atención y motivación; por ejemplo, a través del juego, la música, el arte y la actividad física. La innovación docente también tomará en cuenta la experiencia, los diagnósticos de los contextos escolares, culturales, así como de las características y estilos de aprendizaje del estudiantado y los de enseñanza del profesor.
En la adolescencia se lleva a cabo lo que se denomina la poda sináptica, estructuras decisivas se renuevan, unas áreas crecen, otras se reducen y otras se reorganizan, como consecuencia, la maduración está ligada al adelgazamiento de la materia gris y en paralelo al perfeccionamiento de las funciones cognitivas.
La implementación de las neurociencias en Latinoamérica está en crecimiento; países como Brasil, Chile, Argentina y México se encuentran liderando procesos de investigativos que conducen a estudios basados en la actividad cerebral mientras se está formando el aprendizaje. En el campo educativo últimamente ha ganado mucha fama las capacitaciones en temas que se derivan de la palabra, siendo estos neurodidáctica, neuropedagogía, neurodiversidad entre otras. No es obstante, en tiempos de crisis es válido cuestionarse si realmente se están realizando investigaciones efectivas y responsables que conduzcan a mejorar la educación y elementalmente el aprendizaje. Es imperativo que los gobiernos incluyan en sus presupuestos una mayor inversión para investigaciones dentro del campo correlativo de la neurociencia y la educación si se quiere cambiar la realidad del estancamiento que se evidencia en competencias como la producción académica y científica.
El paradigma de la excelencia académica utilizando con efectividad los recursos didácticos para construir el saber debe apoyarse en estudios científicos, sin embargo, si aquello no se lleva a la práctica, no es posible lograr los cambios cualitativos esperados. Los colegios públicos están organizados sobre modelos tradicionales, donde la organización de la malla curricular prevalece a la vital actualización académica que deben recibir los maestros, pues son quienes conducen la enseñanza, misma que debe estar acorde a los tipos de aprendizaje de los estudiantes. Sobre la base de este contexto, se sabe que la neurociencia es un campo que no se ha aplicado a la educación media, por tanto, este trabajo investigativo es un aporte para la comprensión e importancia de la neurodidáctica en el país ya que repercute potencialmente sobre el conocimiento del funcionamiento del cerebro para perfeccionar los procesos de enseñanza y aprendizaje.
La motivación en el proceso de enseñanza y aprendizaje es un elemento fundamental y por lo tanto el educador debe saber cómo activar las áreas cerebrales al sistema límbico que procesan las emociones, mediante la utilización de las herramientas didácticas.
Diseñar una propuesta de intervención docente innovadora, a través de la incorporación de diversas estrategias didácticas, que lleven al desarrollo de las competencias de la población que se atiende, a partir del análisis de las aportaciones que hace la neurodidáctica a los procesos de enseñanza y aprendizaje, con objeto de que sea capaz de fundamentar la construcción de los ambientes en lo que se consideren los procesos cognitivos, los intereses y necesidades formativas de la población adolescente para que el docente mejore su práctica a través de la docencia reflexiva.