Por Iván Delhumeau

Tesis:

El gobierno de México se asume nacionalista y desde el inicio de su administración ha hecho una serie de reformas al marco jurídico en las materias aduanal, laboral y energética con el afán de “proteger” a la nación y a cuanto le pertenece.

Antítesis:

Es muy delicado ejercer el nacionalismo como doctrina política, sobre todo si se confronta directamente con el sistema económico y social que tenga un país. México es capitalista, tiene vigentes más de 20 tratados de libre comercio con otras naciones, incluido el T-MEC.

Siendo presidente electo AMLO, canceló el aeropuerto de Texcoco que ya llevaba un avance de más del 60 %. Esa fue la primera decisión contradictoria que envió al mundo entero, ¿cómo alguien que se dice austero tira por el caño miles de millones de pesos? ¿Qué clase de confianza les pretendía brindar a inversionistas extranjeros y aerolíneas? Ya estando en el poder arremetió contra las energías limpias y renovables. Pretende transformar a un país regresándolo al pasado fomentando el uso de combustibles fósiles y contaminantes.

El departamento de Estado de EE.UU. emitió una alerta a empresarios advirtiéndoles del riesgo de invertir en México. Esto debido a las quejas que ha recibido por las modificaciones de las leyes laborales en materia sindical, del cambio en los estándares de algunos productos como el nuevo etiquetado a los del sector alimenticio, y la militarización de las aduanas; obviamente también respecto a energías sucias que AMLO pretende que utilice la industria, y los fertilizantes contaminantes en el campo.  

Como en otros temas el pretexto del gobierno de México para formular cambios es la corrupción. Pero ¿existe la corrupción en las aduanas y en los sindicatos de las empresas? No lo dudamos. Sin embargo la administración del presidente López Obrador no la está combatiendo de la manera adecuada. Antes debe hacer una investigación, llegar al fondo de las cosas y actuar en consecuencia. Sabemos que es difícil, pues acabar con vicios y malas prácticas de los hasta ahora intocables debe tener un grado de complejidad muy alto, pero fue la promesa de campaña de 18 años, ahora es tiempo de cumplirla sin afectar la economía del país.

Síntesis:

Debido a decisiones “nacionalistas”, la Inversión extranjera directa cayó 29.2 % en el primer trimestre del año, según el Banxico. Si no entendemos que estamos en el siglo XXI, y AMLO sigue haciendo acciones populistas disfrazadas de nacionalismo no va a haber crecimiento económico en lo que resta del sexenio. Y debido a los cimientos que está construyendo el marco jurídico, a la próxima administración se le va a entregar un país en quiebra.

La opinión en este artículo es responsabilidad de su autor.

Ivan Delhumeau

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