Por Iván Delhumeau

Tesis
El Presidente Andrés Manuel López Obrador rindió su tercer informe de gobierno, todo está bien, no hay nada que mejorar, ningún área de oportunidad en que trabajar para corregir errores. Él y su gobierno no se equivocan.
Antítesis
El tres veces candidato presidencial durante 18 años hizo un diagnóstico erróneo del país que pretendía gobernar, porque no utilizó una metodología adecuada, sino sólo suposiciones. Dijo hasta el cansancio que la corrupción costaba 600 mil millones de pesos, y que al dejar de ser corrupto el gobierno, con esa cantidad alcanzaría para sacar a millones de mexicanos de la pobreza. Pero obvio no lo demostró, los tres secretarios de Hacienda que van en su administración todavía andan buscando esa cantidad de dinero, sencillamente porque la corrupción es informal, no deja registro alguno, sólo faltó que dijera que un porcentaje de ella se lo gravaría con ISR; también dijo que los ministros de la corte ganaban 600 mil pesos al mes, pero nunca mostró un recibo de pago.
Comento los ejemplos anteriores porque tal parece que al Presidente le encanta el número 6, ya que para promocionar su tercer informe de gobierno en un spot en el que nos muestra su alcoba y su cama de latón, dice que la Oficina de la Presidencia en 2018 gastó 3,600 MDP, mientras que él con sus ahorros tan sólo ha gastado 600 MDP. Definitivamente algo tiene de especial para él el número 6; en otro spot habla de un mural de diego Rivera, eso indica que en realidad no tiene nada que informar.
Al leer su tercer informe de gobierno se la pasó haciendo las mismas promesas de su larguísima campaña y de la mañanera, el aeropuerto Felipe Ángeles, el tren maya, la refinería de Dos Bocas, los programas sociales. Y de los logros ni hablar, ¿por qué habríamos de creer en sus otros datos, cuando los ciudadanos vemos otra realidad?
Rescato dos frases que me parecen que ejemplifican muy bien las grandes contradicciones de López Obrador. La primera: “El dinero de las remesas llega hasta abajo”. Sí, presume como un logro de su gobierno (o sea de él) lo que envían nuestros paisanos braceros, que ganan sus dólares de sol a sol, y que por falta de oportunidades en su país tienen que irse a trabajar de ilegales a Estados Unidos. Pero además lo dijo en el contexto de que gracias a eso y a sus apoyos sociales las familias mexicanas tenían con que comer. ¡Qué poca vergüenza!
La segunda frase “La gente va a votar porque continúe hasta 2024”. Ya lo hemos comentado, no habrá ejercicio de revocación, sino de continuidad en el mandato, porque eso no se debe preguntar, él protestó guardar y hacer guardar el cargo hasta esa fecha. Es su obligación cumplirlo.
Síntesis
El Presidente tiene una lengua capaz de cortar un riel de ferrocarril, es poderosísima su fuerza, todo lo que él dice lo creen millones de mexicanos. No se dan cuenta de que nos gobierna un tipo rencoroso, “tengan para que aprendan”, es una expresión de desquite, de odio y de resentimiento. Llevamos tres años con éste estilo de gobernar, ojalá la revocación de mandato fuera una posibilidad real y no una tomada de pelo.

Ivan Delhumeau

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