Esta mañana en la conferencia mañanera el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que le dará instrucciones al Secretario de Salud Jorge Alcocer que emita un comunicado para que empresas privadas y gobiernos locales puedan adquirir la vacuna contra el COVID-19 y además puedan aplicarla. ¿Será cierto esto?
Recordemos que no todo lo que dice el presidente en la mañanera resulta ser cierto, de hecho tiene un record de más de 40 afirmaciones no verdaderas por día, pronunciadas en su conferencia de prensa matutina. A veces pienso (a título personal) que el presidente dice lo que sueña la noche anterior, pues algunas de sus afirmaciones son tan extrañas, que parecen haber sido sacadas de su más recóndito inconsciente.
En fin, si dicho comunicado que habrá de emitir el Secretario de Salud es cierto, eso es una gran noticia. Hace unos días circuló un video en redes sociales, acerca de la logística de vacunación en contra el COVID-19 en Estados Unidos, en donde en una especie de garita fronteriza, los ciudadanos hacen fila en su automóvil para vacunarse, y la velocidad con la que fluye la fila es impresionante. Además el presidente Joe Biden ya se ha planteado la meta de aplicar un millón de vacunas al día, pues en sus primeros 100 días de gobierno pretenden vacunar a 100 millones de ciudadanos norteamericanos.
Así es como actúa un país, que no sólo mira en favor de la salud de sus habitantes, sino que además tiene como plan emergente rescatar la economía, sin ninguna otra prioridad. Pero en México, tal parece que el tema principal son las elecciones, y me temo que no sería diferente si nos gobernara otro personaje, nuestra política así ha sido siempre, partidista y cortoplacista.
El hecho de que la Iniciativa Privada (IP) y los gobiernos locales puedan comprar y aplicar la vacuna no sólo sería un milagro, sino que en verdad sería la decisión más acertada de la administración de López Obrador, porque el gobierno no puede solo, necesita ayuda. Sus recursos son limitados, tanto económicos como operativos. No faltarán las voces que hablen de la privatización del sistema de salud, pero si privatizar significa eficientar, bienvenido sea el término. El presupuesto público en el rubro de salud no alcanzará para vacunar a más de 120 millones de mexicanos, y la logística hasta ahora empleada por el gobierno puede derivar en una confrontación entre los “servidores de la nación” y ciudadanos que no aprueban el actuar de la 4T. Esos personajes están adscritos a la Secretaría del Bienestar, no deben mezclarse con el personal de salud.
Tanto la IP, como los gobiernos locales, deberán anexar a la solicitud de compra el contrato de adquisición de vacunas, la cantidad y la farmacéutica, y una vez autorizada por el gobierno federal se podrá llevar a cabo la vacunación en coordinación con la Secretaría de Salud. Esperemos que así ocurra.