Morena sin AMLO en la boleta pierde peso
El proceso electoral del próximo año será el más grande de la historia, no sólo se elegirán diputados federales para los 300 distritos en los que se divide el territorio nacional, sino que, también se renovarán presidencias municipales, congresos locales, y las siguientes 15 gubernaturas: Baja california, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.
En un desplegado titulado “Contra la deriva autoritaria y por la defensa de la democracia”, publicado en el diario Reforma esta semana, casi 30 intelectuales convocan a ciudadanos a formar un bloque, que junto con los partidos de oposición puedan hacer un contrapeso en las elecciones que renovarán la Cámara de Diputados en el 2021. Todo a través del voto popular, para que “se reestablezca el verdadero rostro de la pluralidad ciudadana”.
Los intelectuales firmantes, como Héctor Aguilar Camín, Ángeles Mastretta, Enrique Krauze, Soledad Loaeza, Jean Meyer, entre otros, se muestran preocupados porque el partido en el poder, Morena, ha comprado diputados y senadores de otros partidos políticos para construir una mayoría avasalladora; además responsabilizan al Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador de “someter al Poder Legislativo a los Dictados del Ejecutivo, y de ir concentrando el poder del gobierno en detrimento de los demás poderes del Estado, y de los estados de la Federación”.
También hay algunos analistas que opinan que se debe construir una alianza electoral en los 300 distritos electorales federales, o por lo menos en su mayoría, entre el PRI, el PAN, y el PRD, o lo que queda de él. Que sea una elección de orden binario para que el ciudadano elija un bloque u otro en la boleta a la hora de votar. Yo no estoy de acuerdo.
Pienso que si bien, los 300 distritos en disputa corresponden a una elección federal, el trabajo a ras de suelo que realizan los candidatos en sus campañas político-electorales lo desarrollan en el territorio local. Y en ese nivel existe una especie de tropicalización de las elecciones, por un lado está el voto duro de los distintos partidos políticos, que además antagoniza con los “anti” que cada uno tiene. De tal manera que sería muy difícil que un ciudadano votara por un partido al que históricamente detesta. Además se ha demostrado, sobre todo de 2015 a la fecha̶, que en el 64% de las elecciones locales ha habido alternancia. Y ha sido a pesar de los partidos políticos, es decir, los ciudadanos no han votado por sus emblemas, sino por el candidato postulado. La figura individual de “el candidato” ha fungido como un Outsider, como alguien que viene desde fuera a mejorar la imagen que los partidos políticos han tenido históricamente.
Por lo tanto, apostar a que poner a todos los partidos de oposición juntos en la boleta contra Morena, va a ser la solución para quitarle la mayoría en San Lázaro, me parece irracional. Los ciudadanos no son tontos, y entonces sí se van a creer la leyenda que AMLO inventó de que existe el PRIAN, porque si bien ha existido ideológicamente en cuanto al proyecto neoliberal que encabezó Carlos Salinas de Gortari apoyado por los panistas, jamás ha existido en una coalición para una gubernatura, ni para una elección intermedia. Recordemos que las campañas políticas se hacen en regiones muy distintas geológica e ideológicamente hablando. No va a ser lo mismo una alianza PRI-PAN en un distrito de Ixtapalapa que en Monterrey. Creo que partidos políticos tan antagónicos histórica e ideológicamente deben contender por separado, con sus mejores candidatos, y así le competirán lealmente a Morena, al fin y al cabo, AMLO no estará en la boleta en el 2021.
Esta opinión es responsabilidad de su autor.
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